Canto a la Pampa, la tierra triste,

réproba tierra de maldición,

que de verdores jamás se viste,

ni en lo más bello de la estación.

Francisco Luis Pezoa    

Esta Oficina Salitrera fue construida por John Thomas North quien deseaba habilitar y poner en operación la salitrera más importante de Tarapacá, tanto por sus grandes dimensiones como por su enorme capacidad productiva.
A pesar de sus deseos, la habilitación de esta oficina constituyó un gran fracaso comercial.
North insistió en que fuese el Ingeniero Químico más destacado de la época, el Señor Santiago Humberstone, quien diseñara y administrara esta Oficina que fue construida con el Sistema Shanks de elaborar salitre.
Humberstone confeccionó los planos pero advirtió a su propietario que la reserva de caliche en los terrenos que disponía para su explotación, situados al sur de la Estación Negreiros y a pocos kilómetros de Huara, no resistirían por mucho tiempo el consumo de materia prima necesaria para una producción de 300.000 quintales (13.800 toneladas) de salitre mensual, que era la meta fijada.

Sin embargo y para persuadir a su Directorio de seguir adelante con la construcción de la Oficina, North consideró la posibilidad de poder adquirir los terrenos colindantes de la Oficinas Salitreras Tres Marías y Abra de Quiroga, operación que no logró realizar.
La Oficina Salitrera Primitiva comenzó a funcionar en 1888 y durante sus primeros años de producción la empresa propietaria, The Primitiva Nitrate Co. Ltd., repartió a sus accionistas excelentes dividendos trimestrales por acción.
Luego de un tiempo el rendimiento de la Oficina comenzó a decaer por debajo del óptimo, tanto por el agotamiento acelerado de las reservas de caliche como por la dificultad de obtener caliches de buena ley.

Así las cosas cesaron los pagos de dividendos a sus accionistas y a fines de 1895 North, como Presidente del Directorio de la empresa propietaria, se vio obligado a presentar una moción para la “liquidación voluntaria de la compañía”.

The Primitiva Nitrate Co. Ltd. entró en liquidación el año 1896 y paralizó sus operaciones. Tiempo después las instalaciones de Primitiva fueron desarmadas, trasladándose parte de ellas a una de las Oficinas Salitreras de Lagunas (también propiedad de North) mientras otra parte quedó en su lugar original hasta que fue adquirida por la Compañía propietaria de la Oficina Agua Santa.